Examinando 2 Corintios 12:1-4 – Transportado al Reino de Dios, corporal o fuera del cuerpo.

Cuando estudiamos las cartas a los Corintios, es impresionante como podemos ver la similitud entre lo que vive la Iglesia de Jesucristo hoy en día y la Iglesia de Corintios en el tiempo del Apóstol Pablo. ¿De que estoy hablando? Vemos como se ha proliferado la aparición de falsos apóstoles, profetas, maestros y sobre todo falsos ministros que, con palabras sutiles, bonitas y hasta con falsos milagros se introducen como defensores de la Sana Doctrina, aunque en realidad son mercaderes, engañadores y predicadores de la dotrina de demonios. Estos son parecidos a los que vivían en el tiempo de la Iglesia en Corintios los cuales estaban introduciendo falsas enseñanzas y falsas doctrinas.

Por esa razón es que vemos en las cartas a los Corintios donde el Apóstol presenta sus credenciales que le hacen ser un verdadero apóstol de Jesucristo.

Leamos en 2 Corintios 12:1-4 – “Ciertamente no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor. Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”

Antes de esta experiencia, el Apóstol Pablo experimenta una sobrenatural experiencia. La experiencia de su propia conversión camino a Damasco (Hechos 9), donde de repente le rodeó un resplandor de luz del cielo y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

Explorando el verso 2 – “Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado (“harpazo” la palabra griega que los traductores del Nuevo Testamento han traducido como "atrapado") hasta el tercer cielo”.... El apóstol Pablo está hablando de una experiencia que tuvo con Dios 14 años antes. Habla como si fuera otro hombre, pero está hablando de sí mismo. Al principio este hombre había perseguido a la iglesia y a sus seguidores, ahora después de reunirse con Jesús en el camino a Damasco, cambió y se convierte en un seguidor de Jesús mismo.

Revisemos las definiciones de visión y de revelación. Visión (Οπτασιας) · Representaciones simbólicas de cosas espirituales y celestiales, en las cuales los asuntos de mayor importancia se exhiben al ojo de la mente por una variedad de emblemas, cuya naturaleza y propiedades sirven para ilustrar esas cosas espirituales. Revelación (Αποκαλυψεις) - Una manifestación de cosas nunca antes conocidas, y que solo Dios puede dar a conocer, porque son parte de sus propios consejos inescrutables.

El apostol dice: "sí en el cuerpo, no lo sé, o si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios sabe”. Cuando el apóstol Pablo escribió esta epístola, la iglesia apostólica estaba siendo amenazada por una herejía dualista gnóstica que creía que el mundo material y el cuerpo físico son profano, y que el mundo espiritual y el cuerpo espiritual son santos. Ninguna persona que cree en el gnosticismo podrá creer que un creyente o simplemente un ser humano en forma corporal pudiera ascender a un reino celestial. En el Antiguo Testamento relata sobre personas que son llevadas permanentemente al Reino de Dios. Enoc (Génesis 5:24) como Elías (2 Reyes: 2: 9-12) fueron llevados al cielo en forma corporal, aunque por tiempo permanente y no temporal.

En este verso bíblico el mismo apóstol Pablo deja abierta la posibilidad de que ascendió al Reino Celestial en forma corporal (oponiéndose así al punto de vista gnóstico). De la misma manera NO dice 100% que ascendió en forma corporal, por lo cual deja la posibilidad de que fuera una experiencia fuera del cuerpo. Pero lo que esta bien claro es Él realmente vio al Señor; el Señor se le apareció y le hablo grandes cosas. La realidad es que lo que escucho el apóstol Pablo cuando estuvo en el Reino de los Cielos, fue un secreto entre Dios y El. Y cualquiera que tenga una experiencia de ese tipo, está en la Soberanía de Dios indicarle que debe o no decir sobre la misma. No te dejes engañar…

...Gracia y Paz a todos, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Hermana Nm. Díaz - Ministerio Pura Gracia (MPG)